El seguro de responsabilidad civil obligatoria y voluntaria para vehículos del Ejército que se renovará a mediados del mes de marzo aumenta las indemnizaciones en caso de fallecimiento y de invalidez absoluta, entre otras mejoras importantes.
La cantidad que se fija por fallecimiento del conductor como consecuencia de un accidente con un vehículo es de 450.000 euros, frente a los 250.000 que recogía la póliza anterior; el incremento para situaciones de invalidez absoluta es aún mayor, pues pasa de 300.000 euros a 900.000. El cúmulo máximo que la compañía, la aseguradora AIG, pagaría para un mismo siniestro aumenta del millón a los 500 millones de euros. Otra de las modificaciones destacables es que se elimina la necesidad de estar en posesión del carné de conducir militar. Este seguro cubre al conductor, que puede ser cualquier persona autorizada por el jefe de la unidad, independientemente de que tenga o no la condición de personal militar.
También se amplía la cobertura para los vehículos que circulen por puertos y aeropuertos. Además, para los vehículos de hasta 3.500 kilos, se amplía la cobertura de rotura de lunas y de asistencia en viaje para todos los países de la Unión Europea y, en el caso de que sea necesario remolcar el vehículo, se amplía el radio máximo de los 100 km anteriores a los 200 km.
Para ello, todos los vehículos portan una tarjeta en la que figura el teléfono de asistencia en carretera con el que deben ponerse en contacto en caso de necesitarlo.
Estas mejoras se unen a las que ya se incorporaron el último año, como fueron: la inclusión de todos los conductores de prácticas o de exámenes para la obtención del carné en el seguro, la consideración de los vehículos e instalaciones del Ejército como terceros, o la cobertura de asistencia en viaje para las motos Harley Davidson de la Guardia Real (ya que en el seguro se incluyen también los vehículos de esta unidad y los de la Unidad Militar de Emergencias).
La renovación del seguro, adjudicado mediante concurso público, se ha hecho por un importe inferior al anterior, lo que supone un ahorro directo para el Ejército. A este ahorro se une el que se consigue en medios, combustible y personal en la gestión de los siniestros, para los que las unidades cuentan además con la asistencia de una correduría de seguros (Segurland) que les asesora de forma personalizada en la elaboración de documentación, tramitación de los partes y en la agilización en el cobro de las indemnizaciones. La progresiva mejora de condiciones en este seguro en los últimos años es fruto del trabajo del departamento de Vehículos, Ingenieros y Seguros de la Subdirección de Adquisiciones de la Dirección de Sistemas de Armas, que ha conseguido que el Ejército sea el organismo de las Fuerzas Armadas que cuenta con una mejor relación calidad/precio en sus coberturas.
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