lunes, 17 de junio de 2013

La profundización en los procedimientos de integración y actuación de los equipos de Operaciones Especiales con otras unidades ha sido uno de los puntos fuertes de la edición de este año del ejercicio "Machete", liderado por el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) "Valencia" III, y ejecutado del 3 al 14 de junio en varios emplazamientos de las provincias de Alicante, Valencia, Albacete y Murcia. En los operativos se han integrado capacidades de Reconocimiento de Explosivos con personal del Regimiento de Ingenieros nº 1; equipos ligeros de Guerra Electrónica del Regimiento de Guerra Electrónica nº 31, y un equipo de Muestreo e Identificación de Agentes Biológicos, Químicos y Radiológicos del Regimiento NBQ nº 1. Además, han contado con la colaboración de helicópteros Cougar -del Batallón de Helicópteros de Maniobra IV- y Bolkow -del Batallón de Helicópteros de Ataque I-, y de un patrullero de la Armada, para realizar infiltraciones por medio aéreo y acuático. Todos los implicados, más de 250 militares, han trabajado conjuntamente en las labores de reconocimiento especial (información) y en las acciones directas asignadas a los cinco operativos y dos equipos de tiradores de precisión desplegados para dar protección a las tropas de la OTAN y a la población civil de un país en crisis en el que, según la ambientación del ejercicio, la Alianza había decidido poner en marcha una operación militar. Fases El ejercicio tuvo una primera fase de cross-training, de dos días, en la que el personal estuvo practicando algunas de las técnicas específicas que utilizan los equipos de Operaciones Especiales para infiltrarse, tales como el rápel, tanto en la torre de adiestramiento -incluyendo la técnica de rápel a la portuguesa, que es de cara al suelo en lugar de espaldas, como es habitual-, como desde un helicóptero Cougar, descendiendo también en fast-rope -el descenso se hace dejándose deslizar por una maroma gruesa, sin anclajes-. En la segunda fase se han ejecutado operaciones de reconocimiento especial, fundamentalmente de Inteligencia Humana y de infiltración de equipos para vigilancia y seguimiento de objetivos. Entre ellas, entrevistas con líderes locales o vigilancia de instalaciones como una sospechosa de ser un laboratorio de armas químicas. La tercera fase se ha plasmado en las acciones directas, en las que los equipos han sido trasladados en helicóptero o patrullero, y se han infiltrado por sus propios medios -a pie, en vehículo, o por el agua, buceando- para llevar a cabo las operaciones. Operación extracción de rehén Entre ellas, el rescate de un rehén que se encontraba retenido en el interior de una población. Esta acción fue ejecutada por un equipo del GOE "Maderal Oleaga" XIX, que se sumó a los otros cuatro del GOE III que han tomado parte en el ejercicio. Sus componentes llevaron a cabo una acción simultánea en dos edificios próximos, mientras un equipo de tiradores de precisión situado en las inmediaciones eliminaba a un centinela y vigilaba los alrededores; una vez localizado el rehén, un subgrupo de seguridad y extracción se adentraba en el pueblo con sus vehículos VAMTAC para trasladarle hasta una zona segura preestablecida y proceder a su evacuación en helicóptero. Junto a ésta, otras misiones consistieron en la captura de un líder terrorista que había sido localizado en una residencia de verano, la destrucción de un laboratorio de armas químicas, o el rescate de un piloto de helicóptero que había quedado atrapado en territorio hostil.

Un total de 16 contenedores con 100 toneladas de material y una decena de plataformas con vehículos diversos han formado el grueso del segundo convoy de repliegue organizado por la Agrupación Española en Afganistán (ASPFOR) XXXIII, que tardó tres días -del 7 al 10 de junio- en cubrir la distancia entre la base "Ruy González de Clavijo" de Qala i Naw y Herat.
Con este último, ya se han trasladado hasta la Base de Apoyo Avanzado para su traslado a España 58 contenedores y 49 vehículos.
El convoy, que discurrió por la vía Lapis, que une el sur de Qala i Naw con Herat y en la que se ha incrementado significativamente la seguridad gracias a la labor de las tropas españolas en apoyo del Ejército Nacional afgano, supuso el despliegue de un amplio dispositivo aéreo y terrestre.
La ASPFOR XXXIII es el último contingente español que desplegará en la provincia y su principal cometido durante los próximos meses será el de completar el proceso de transferencia de responsabilidades a las autoridades afganas y el desmantelamiento de la base y repliegue del material, equipo y personal a Herat para su posterior traslado a España.

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