
Un gran dolor ha vuelto a morder el corazón de la Brigada de la Legión (BRILEG), en la mañana del 25 de mayo, durante el funeral por los tres compañeros fallecidos en el accidente ocurrido en la base "Álvarez de Sotomayor", el día 20, en Viator (Almería). La Legión ha despedido y rendido un sentido homenaje a sus tres suboficiales, que se jugaban la vida valientemente a diario desactivando explosivos.
Los brigadas Antonio Navarro y Manuel Velasco, y el sargento José F. Prieto, a quienes la suerte ha herido con zarpa de fiera hace unos días, han sido condecorados con la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo. Esta distinción -que se concede por acciones, hechos o servicios que entrañen grave riesgo, lesiones graves o fallecimiento en acto de servicio- les fue impuesta durante el oficio celebrado por el arzobispo castrense, Juan del Río, en el patio de armas de la unidad.

Éstos estuvieron acompañados por el ministro de Defensa, Pedro Morenés; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez; el jefe de Estado Mayor del Ejército, general de ejército Jaime Domínguez Buj; el presidente de la Junta de Andalucía, José A. Griñán, y otras autoridades civiles y militares.

Pero, sobre todo, los tres suboficiales vivieron y trabajaron como valientes y leales legionarios, y fueron novios de la muerte a la que, finalmente, se han unido con lazo fuerte.
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